PADRE FUNDADOR DE LAS SIERVAS DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN
José Abraham Martínez Betancourt
Su vida en general, fue un testimonio de verdadero espíritu sacerdotal, una lección viviente de unidad, de armonía y de paz.
Se entregó totalmente a su misión divina por medio de la caridad, la humildad y la bondad, virtudes esenciales del obispo José Abraham.
SIC
Amaba a las personas con el gran amor con que se sentía amado por Dios a quien había consagrado toda su vida.